El conjunto de decisiones y acciones encaminadas a conseguir que se alcance la utilidad de la empresa, a través de las aportaciones de esfuerzos de todas y cada una de las personas, constituye lo que se denomina globalmente dirección de la empresa. En realidad, la dirección se efectúa mediante unas labores que abarcan, según las empresas, diferentes áreas de su organización. Todas las labores de dirección siempre están estrechamente vinculadas entre sí dentro de una organización, e implican el desempeño de una tareas específicamente directivas, mediante unas relaciones de dependencia de una tareas con otras. Estas dependencias se suelen también denominar relaciones de jerarquía.
El conjunto de tareas directivas específicas se suelen considerar formando parte de unos procesos operativos que se denominan procesos de dirección. El directivo tendrá, entre otras tareas, la de supervisar el desempeño de las que realizan las personas que se le han asignado con relación de dependencia jerárquica; es decir, de las personas que tienen asignadas tareas subordinadas, de las que depende la suya.
